
Es posible que te hayas dado cuenta de que he estado un poco ausente, aunque también es posible que no te hayas dado cuenta porque ya había tenido días ausentes últimamente (entre no tener internet y estar liada con el tema de las rutinas para mejorar nuestro día a día…) El caso es que esta vez la ausencia se ha debido a la visita de Avoa (la abuela de Antek).
Y como nos hemos despedido hace menos de dos horas, ahora llega el “momento lucha”: optimismo contra tristeza.
En vez de estar triste porque se ha ido, estar contenta porque ha estado.
En vez de estar triste porque no podemos verlos (a os Avós) con más frecuencia, estar contenta porque los vemos con cierta frecuencia, más que otros que viven al otro lado del charco o en Australia.
En vez de estar triste porque viven lejos, estar contenta porque viven.
En vez de estar triste porque tenemos que coger trenes, autobuses y aviones para verlos; estar contenta porque los cogemos todos y nos visitamos, unos a otros, cosa que desgraciadamente hay abuelos que no hacen a pesar de vivir cerca de sus nietos…
En vez de estar triste porque hay kilómetros de distancia que nos separan, estar contenta porque ninguna distancia nos separa de verdad: siempre estamos cerca. Porque siempre pensamos los unos en los otros, nos escribimos whatsapps, nos mandamos fotos, vídeos, audios y hablamos por Skype casi todos los días…
Sí, estoy triste porque la tristeza también es necesaria, es una emoción más, tan necesaria como las demás. Pero también estoy contenta, porque soy consciente de que lo que tenemos no es algo que tiene todo el mundo (ojalá lo fuera): yo, una relación muy buena con mis padres; mi hijo, una relación muy buena con sus abuelos, a quienes queremos con locura y disfrutamos de cada día, cada hora y cada minuto que pasamos con ellos.
¡¡¡Os queremos mucho y os echamos mucho de menos, Avós!!!
¡Qué bonito! y cuánta razón tienes, deberíamos enfocarnos en las cosas buenas más que en las malas, en las alegrías más que en las tristezas. Los pensamientos cambian nuestra energía y nuestro estado de ánimo. Es mejor pensar positivo.
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Sí, es inevitable sentir tristeza y creo que también es necesaria, lo que no hay que dejar es que se quede y que gane todas las batallas. Gracias por tu comentario!
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Entiendo tanto tu postura… La tristeza se va pero el dolor queda, sin embargo, con optimismo sí se alivia! Un abrazo!
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Pues sí, además es que no nos queda otra, porque vivir en una tristeza eterna no tendría ningún sentido. Un abrazo!
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