Yo_juego_sin_juguetes

Yo juego sin juguetes: telas

telas

Hace ya bastante tiempo, leí en el blog De mi casa al mundo este post en el que se habla de la importancia de los materiales no estructurados y este otro sobre los elementos de juego de la pedagogía Waldorf. Después de haberlo leído empecé a traer a casa, poco a poco, materiales de este tipo y a colocarlos en las estanterías junto a los juguetes de Antek. Se trataba principalmente en nuestro caso de piñas, palos, piedras, conchas, castañas, bellotas… y telas.

Tiempo después, me encontré con este otro post, de Tierra en las manos, en el que habla concretamente de los beneficios de jugar con telas, y por supuesto me encantó y me hizo sentir que había sido una buena idea añadir una cajita con telas en los estantes de Antek.

Lo curioso es que antes de haber leído estos dos posts, yo nunca me había planteado tener telas como material de juego y no creas que es porque yo nunca había jugado con telas… creo que es más bien porque mi juego con telas surgió de forma espontánea y sin que nadie realmente me las ofreciese o me lo propusiese… Mis padres tienen un comercio en el que venden telas. ¿Hace falta que diga más? Por supuesto, cuando vendes telas o confeccionas con ellas, siempre quedan un montón de retales para uso y disfrute de los niños de la casa (y sus amigos). Lo mismo nos pasó con las cajas, cada vez que recibían algún pedido, teníamos diversión con caja en la que venía la mercancía 🙂

Supongo que no se me ocurrió nunca tener retales para Antek porque en mi caso pasó de forma natural, nadie tuvo que pensar en ello, yo jugaba con telas del mismo modo que jugaba con botones… Eran materiales que tenía al alcance, simplemente, que formaban parte del día a día de mi familia.

No obstante, cuando leí sobre este tema, me sirvió para recordar lo mucho que yo había jugado con telas y le pedí a mi madre que me trajera algunos retales en su próxima visita.

A Antek le encantaron, por supuesto, y desde que los tenemos lo que ha hecho en más ocasiones ha sido un pasillo de telas. Las coloca todas en fila y camina por encima de ellas… Y ese era todo su juego hasta hace poco, la verdad 🙂

dav

dav
La cinta del medio es un puente 😉

En una ocasión usó como las telas los paños de la cocina… Abrió el cajón, los sacó todos, los puso como se ve en la foto y… «¡Mira mamá, un paso de peatones!»

dav

Pero el verdadero día de telas lo tuvimos hace dos meses y solo con una. Él estaba viendo la tele, que es un pequeño conflicto que tenemos últimamente (yo me lo tomo como conflicto, aunque ya expliqué nuestra experiencia sobre este tema en este otro post, por si te interesa). Yo quería atraer su atención, alejarlo de la tele, pero sin apagársela, de manera que fuese él quien decidiese dejarla y no yo quien lo obligase. Así que cogí una tela bastante finita, de estas que al taparme con ella puedo ver todo a través de ella, me senté en el suelo, me tapé con ella y empecé a soplar para que se moviera un poco.

Antek tardó tanto en mirarme que yo casi me desespero debajo de la tela, soplando una y otra vez (maternidad real pura y dura). Cuando por fin me miró, sonrió, puso la tele en pausa (no vaya a ser que luego no se la vuelva a encender…) y vino a ver qué estaba haciendo. Me dijo que él también quería meterse dentro y ahí empezó un juego con la tela que nunca pensé que fuera a durar tanto y que fuera a dar tanto de sí…

Después de escondernos varias veces, le propuse hacer una especie de hamaquita para su mono, lo balanceamos cogiendo la tela él por un lado y yo por el otro (aquí segurísimo que hay mucho de motricidad, jeje) e incluso hicimos eso de lanzarlo hacia arriba, haciéndolo saltar, y a veces volvía a caer en la hamaquita y otras veces no (y entonces Antek se meaba de la risa).

Luego, se nos ocurrió coger la caja de herramientas y hacer con ella un columpio, en el que sentamos al mono y lo columpiamos.

dav
Sencillito (algunos dirían «cutre» 😛 )

Y ya de repente Antek empezó a dar rienda suelta a su imaginación y a crear él mismo sus juegos 🙂

Se la puso entre las piernas y empezó a correr por casa diciendo que era un caballo (¿qué más daba que no hubiera palo?)

dav
Sí, era una carrera «de obstáculos»… Jajaja. Así solemos tener el salón 😉

Luego la hizo arrastrarse por el suelo, reptando, diciendo que era una serpiente

Más tarde, se tapó con ella y dijo que estaba dentro de un huevo, entónces se ponía a saltar hasta que la tela caía sola y él gritaba «¡Salí del huevo!»

dav

Al final incluso se la ató a la cintura y dijo «Mira mamá, soy Elsa!» (Sí, sí, la misma, la que estáis pensando, ¡la de Frozen!)

En fin, que nos reímos muchísimo y nos lo pasamos muy bien. Es increíble lo bien que se lo pueden pasar los niños con algo tan simple como unos trozos de tela.

Hay tiendas que venden trozos de tela específicos para juego, pero ni siquiera hace falta que hagas eso si no quieres gastar mucho. Acércate a cualquier tienda que venda telas y pregunta si tienen retales 🙂 (Si me lees y eres de Moaña o alrededores, puedes incluso ir a la tienda de mis padres 😉 ). O incluso, si quieres conseguirlas aun por menos precio, buscar algún vestido que ya no te pongas y coger las tijeras 😉 Vamos, que es un material barato, al alcance de todos, ¡y que da muchísimo juego!

Ah, y como ahora soy muy fan de esto de los hastaghs para compartir ideas (así entramos en un hastagh y vemos qué ha hecho otra gente con lo mismo) propongo para los juegos con telas de nuestros peques #entretelasmeentretengo ¿Te gusta? ¿Te unes? 🙂 (Sirven también juegos con paños o con sábanas 🙂 Cualquier cosa hecha de tela).

4 comentarios sobre “Yo juego sin juguetes: telas

    1. Pues sí, da para mucho. Fíjate que un día vino una amiga con su hija que es un año mayor que Antek y estuvo todo el tiempo jugando con las telas. Se hizo un vestido, una capa, un pañuelo para la cabeza… Mi amiga acabo diciéndome que iba a tener que buscar telas jejeje

      Me gusta

Dime qué piensas, me encantará leerte :)