Viernes dando la nota: Historia de un regalo 2.0 navideño

Quienes me seguís más de lo que yo sigo a nadie en estos momentos (y me pesa, porque hay muchos blogs que me encantaría seguir mejor de lo que estoy siguiendo…) sabéis que últimamente no me da la vida. Casi no estoy publicando, ni en el blog ni en las redes sociales. Cada día Antek duerme menos y me cuesta más encontrar tiempo para esto… Pero de vez en cuando y cuando voy encontrando huecos, sigo apareciendo por aquí…

Cuando salió el amigo invisible 2.0 navideño de 30 y… y mamá sabía que no podía perdérmelo, porque además de ser una iniciativa de mi amiga Efe, el amigo invisible 2.0 navideño fue lo que me descubrió su cuenta hace un año y me regaló una amiga, a pesar de que ni yo le toqué a ella ni ella a mí. O sea, que tuve doble regalo, el de mi amigo invisible y el de hacer una nueva amiga.

Cuando por fin recibí el e-mail con mi amigo invisible, tengo tan poco tiempo y me organizo tan mal que tardé uno o dos días en ver el correo para saber quién me había tocado 🤦

Y cuando por fin lo vi, me lleve una grata sorpresa al descubrir quién me había tocado, ese blog que seguro que ya conocéis por su carnaval #VDLN.

Se me ocurrió una idea rápida de regalo, pero no lo tenía del todo claro, así que decidí pasarme en plan intensivo por su blog para decidir si esa idea de verdad tenía sentido o no tanto…

Entonces, al llegar al blog me encontré con este genial post (No es por ti, es por mí), ya de junio pero que yo todavía no había visto. Postazo. Cuando razón tiene!! Yo también soy yo, tantas veces… Creo que casi siempre de hecho… Bueno, yo y el hecho de que no vivamos en «manada»… Los niños reclaman más atención de la que podemos ofrecer porque venimos así de diseño… Preparados para vivir en tribu, donde siempre habrá alguien que nos pueda atender… Y de repente nos encontramos con la realidad de familias criando solas… Y claro, los niños no lo llevan bien y los adultos tampoco (imagino que especialmente cuando te llega la parejita de golpe…) Así que me atrevo a decir que tampoco somos nosotros, son las circunstancias y la forma en la que criamos en el «mundo civilizado» 😉

Esas manadas…

Mientras leía ese post, me acordé de repente de este otro (Educar para la rebelión), que me encantó y que no escribió él, sino su Maestra-Jedi 😉 Y entonces descubrí además que la Maestra-Jedi no era solo un apodo para el blog, para no dar su verdadero nombre, sino que de verdad estaba ante una maestra (¡y seguro que en el fondo también es una Jedi!)

También quisiera añadir que cuando leí «la Maestra-Jedi» , también recordé de repente cuando el año pasado nos contaba en Twitter que el transportista le había entregado a ella su regalo de Navidad… Y como tengo una memoria muy rara, que guarda cosas que no sabe muy bien para qué (oye, mira, ¡ahora sé que esto lo guardó para este post!), me acordé de ese día y de cómo yo pensé que se refería a su hija, y me preguntaba «pero ¿y por qué no se inventa algo? ¿Tan lista es la niña para saber que el paquete que acaba de llegar es su regalo?, ¿y por qué va a saber lo que es?» (Pensando que quizá la niña era superdotada… Luego dijo que no era su hija la que lo había recibido sino su mujer, y ahí volví yo atrás y leí «Maestra-Jedi» y me meé de la risa. Esta es una de estas tonterías que te pasan en la vida que te hacen mucha gracia pero cuando las cuentas no tienen ninguna y todos te miran con cara de «ahaaaaa».

En fin, que debo decir que por una parte me gustó que me tocase José María como amigo invisible, porque siempre había sentido curiosidad por su blog pero nunca había encontrado tiempo para leer mucho más que algunos posts puntuales y esto me parecía una buena oportunidad para verlo mejor. Por otra parte, me impuso respeto; pensé «ay, qué voy a preparar yo para un ganador y finalista de los premios Madresfera, todo un #papabloguero, creador de Los viernes dando la nota?» Puf, es que impresiona…

Habría molado mucho que le diera mi regalo el día de su cumpleaños, que además fue en Nochebuena. Habría estado super chulo, ¿verdad? Pero a mí la puntualidad se me da fatal… Solo hay que ver cuándo voy a publicar este super post que me va a quedar tan largo que creo que va a tener que leerlo por partes…

Pero bueno, vamos al grano… Después de barajar algunas opciones para el regalo, me decidí por la siguiente…

Un «super post» de #VDLN, por todos esos viernes que escuché alguna canción y pensé «uy, esta tengo que recordarla para un #VDLN» pero que al final nunca compartí, porque como ya he dicho, a mí lo de la puntualidad se me da fatal, por eso los carnavales no se me dan muy bien, eso de tener que publicar un día concreto… (y porque últimamente no estoy publicando casi nada, para qué nos vamos a engañar…)

Mi primer impulso fue hacer un «estudio» de la música que le gusta e intentar hacer una selección de ese tipo de música… Pero luego pensé que la música que le gusta ya la conoce, jeje, así que… ¿por qué no intentar descubrirle algo nuevo? Aquí va mi super #VDLN con una selección de canciones un poquito larga pero de la que espero que pueda sacar alguna canción que no conocía y más de una que le guste 🙂

(Añado mi pequeña historia, porque para mí toda canción tiene una historia… Pero no la historia de la canción ni del cantante ni del grupo… Sino la mía 😉 )

¡Ahí van!

Fidelity, de Regina Spektor. Esta es la única canción que conozco de esta cantante. Me la «presentó» mi amiga Lorena hace muchos años, cuando era una universitaria ingenua que disfrutaba de la vida 😉 Lorena es una de las mejores amigas que he tenido en mi vida y esta canción siempre me recuerda a ella, no solo por ser quien me la presentó, sino también por el estilo, esas rayas y cuadros blancos y negros del videoclip que me recuerdan a su estilo, y ese final colorido que también me pega tanto con ella (excepto en la parte de mancharse, jeje).

I will not let you let me down, de Josh Woodward. No me he parado todavía a escuchar detenidamente la letra, pero esta canción es uno de mis últimos descubrimientos 🙂 La descubrí porque los primeros segundos de ella (solo música) los usaban en los vídeos de un curso online gratuito de Mindfullness (en inglés) que he hecho ya varias veces (lo bueno de los cursos gratuitos es que puedes repetirlos hasta la saciedad). Cuando lo terminé por tercera vez vi que dejaban enlace a la página de la que habían sacado esos segundos de música y entré por curiosidad y me encontré con que la canción entera me gustaba aun más que solo esos segundos de música 😉

Expresso 2222, de Gilberto Gil: para esta canción dejo el enlace aquí en el nombre porque no me funciona el enlace como con las demás, no sé por qué. ¡Me encanta! ¿Alguien puede escucharla sin empezar a menearse (o aunque solo sea mover un pie) a partir del segundo 44? Bueno, yo ya mucho antes… ¡Me encanta ese ritmo! Estoy escuchando cada canción que pongo, para que lo que escribo surja de verdad de lo que siento con cada canción, y con esta canción estoy por levantarme de la silla y ponerme a bailar en el salón.

Corpiño Xeitoso, de Andrés do Barro: es un poco como el «Un rayo de sol me trajo tu amor» de Galicia, jeje. (Bueno, que nadie se ofenda ni me haga vudú). Pero bueno, no tiene pérdida esta canción, ¡y el videoclip es genial! Estoy pensando que me encantaría hacerlo (en plan remake). ¿Qué me dices, José María, te animas representando a Andrés? Invitamos también a Efe de 30y…ymama, a la Maestra-Jedi o a los padawanes y para tener espectáculo yo no dejaría atrás a Natalia.

Ona Tańczy dla mnie, de Weekend. Créeme, no quieres entender la letra, jajaja. Esto es algo así como la pachanga polaca. El título: «Ella baila para mí». Me parece que un entendido de la música como José María debe conocer un poco de todo, pachanga polaca incluida. ¡A bailar! Y aprovecho para hacer una confesión… Sí, yo esta la bailo soltándome la melena, cogiendo lo que pille por delante de micrófono y dándolo todo. ¿Verdad que te están entrando ganas de ir de fiesta conmigo?

Echo, de Julia Marcell, cantante y pianista polaca. Esta canción la descubrí en unos talleres de teatro a los que me apunté en Cracovia, cuando vivía allí (viví 8 años y medio). Siempre había tenido muchísimas ganas de probar el teatro y me enteré por mi buena amiga Silvia de estos. Ella había participado en la edición del año anterior y le habían gustado mucho. No me lo pensé demasiado y me uní. Me hacía ilusión que ella u otra persona vinieran conmigo, pero al final fui sola. Curiosamente, creo que fue mejor así. No había nada que me pudiera coaccionar, ninguna persona que ya me conocía y que ya sabía cómo era yo… Podía mostrarme como una persona nueva, diferente, no como quién «yo había sido hasta el momento», con todas mis etiquetas. Con esta canción nos puso bastantes pruebas, una de ellas era hacer algo asqueroso de verdad, y yo mientras veía cómo se sacaban mocos (de forma fingida, que era teatro) o hacían cosas super lights, pensaba «estos polacos… que recatados…» Fui la ganadora asquerosa de esta «prueba» jajajajajajajajajaja. Me trae muy buen rollo esta canción, recuerdo los talleres como algo tan nuevo para mí, un reto tan grande, tan difícil y a la vez placentero… Cada día que pensaba que un día se iban a terminar (duraron creo que dos meses) me venían las lágrimas a los ojos. Los disfruté muchísimo, de verdad.

People help the people, de Birdy. Pues resulta que aquellos talleres eran también como una especie de casting, al finalizar se quedaría con 10 de los participantes para crear un espectáculo que se estrenaría en junio. Cuál fue mi sorpresa cuando me enteré de que yo sería una de esas 10 participantes 🙂 Fue una experiencia alucinante, mi primer y último contacto con el teatro hasta el momento (sin contar funciones de la guardería de nuestros tiempos, claro). Esta canción formaba parte de la banda sonora particular de nuestro espectáculo. El espectáculo era más bien una parodia, una comedia, aunque no lo parezca por esta canción… Y la verdad es que esta canción me gusta mucho.

Winter Killing, de Stina Nordenstam. Los talleres de teatro no me trajeron solo la oportunidad de actuar en un espectáculo, también me trajeron amistades. Una de ellas me descubrió esta canción, Winter Killing. No sé qué tiene esa melodía, pero me gustó mucho, fue un bonito descubrimiento… Hablando de invierno… A ver si la semana que viene publico por fin el post de actividades de invierno para hacer con los peques que hemos juntado entre varias mamás… Así el invierno será mucho más llevadero! 😉

Licor do negro café, de Lamatumba. Vamos a cambiar por completo el estilo de música… Yo soy así, muy ecléctica, con la música como con todo… Esta canción es super popular en Galicia entre la juventud (o sea, gente lasta los 40 o 50 años), canción de borrachera dedicada a ese gran licor: el licor de café. «Licor do negro café, que me tumbas que me matas. Licor, do negro café, fasme (me haces) andar a catro patas». Real como la vida misma 😉 Venga, como esto es un regalo blogosférico, te voy a regalar una confesión: en mi primera «cita» con Tata (el padre de mi peque), la primera vez que lo invité a cenar en mi casa, brindamos con licor de café. (Quien dice brindamos dice nos bebimos una botella entera casi).

La hormiguita, de Juan Luis Guerra. Y 9 meses después… legó una hormiguita. Nooooooo, jajajajaja. Es broma. La hormiguita llegó años después 😉 Esta canción la bailábamos Tata y yo cuando estaba embarazada. A mí me encanta bailar y, entre muchos otros estilos de baile, también iba a clases de bachata. Esta canción me gustaba y aunque no habla de ningún bebé, a mí lo de la hormiguita me hacía pensar en mi bebé creciendo en mi vientre, haciéndome cosquillitas (más tarde patadones…), esa «hormiguita que me besa y me pica» 😉 Se la seguía cantando cuando nació, se la cantaba antes de dormir mientras lo acunaba en mis brazos o, cuando era posible, mientras estaba en la cuna 🙂

Caracol, caracoleiro, de Suso Vaamonde. Por último una canción infantil, que no podía faltar. Son muchas las canciones infantiles que hemos cantado con Antek y seguro que muchas las conocemos todos, pero hoy me apetecía compartir esta que seguro que pocos conocen, incluso los gallegos. Suso Vaamonde fue el primero en componer canciones infantiles en gallego y mis padres por supuesto tenían su caset (sí, la época de los casets). Las escuchábamos mucho en el coche, y las cantábamos a pleno pulmón, por supuesto. De todas las canciones de Suso, la del caracol fue la que más le gustó a Antek y la primera (y única a día de hoy) que llegó a cantar. Le encantaba 🙂

En fin, José María, espero poder descubrirte en este #VDLN alguna canción que te guste y que se quede contigo por un tiempo. Espero que te haya gustado este regalo y espero seguir viéndote en el blog o en Twitter, con la frecuencia con la que yo lo veo que es muy poca (para qué nos vamos a engañar), pero que sigas ahí, con tu optimismo, con tu música, con tu paternidad, con tu parejita (que llegó de golpe) y con tu Maestra-Jedi. Os conozco muy poquito, pero lo poco que conozco me encanta 🙂

Un abrazo!

Y para ti que has leído todo este post a pesar de lo largo que era y de que era un regalo para José María y podías haber pasado de leerlo pero aguantaste como una campeona hasta el final, gracias por haber llegado hasta aquí y espero que también hayas encontrado algo de tu gusto 🙂