DIY: Lapicero de colores

Parece que todo blog de maternidad que se precie tiene que tener de vez en cuando un DIY, así que aquí llego yo con uno para mamás imperfectas y con poca paciencia como yo (bueno, vale, poca según con quién se me compare…)

Quienes me seguís en Instagram, si lo hacéis desde noviembre o antes, seguro que os fijasteis en este «super lapicero» para colores que publiqué entonces. Creo que prometí que publicaría un post explicando los pasos (super sencillos, probablemente ni haga falta, pero por si acaso) y aquí estoy, dos meses después 🙂 Oye, más vale tarde que nunca.

La idea la saqué de este post de Aprendemos con mamá, en el que muestra ideas de lapiceros para colores que también son bastante sencillitas, pero que por diversos motivos yo tuve que rechazar 😉 No obstante, me gustaba mucho la idea de que cada color tuviese su «lapicero», así que desde que leí el post empecé a pensar de qué otra manera podía hacer yo uno similar.

Este es mucho más simple que los propuestos en el post de Aprendemos con mamá, pero a lo mejor os resulta suficiente y es super facilito de hacer. Os dejo los pasos y ya me contaréis si os animáis a hacerlo o si os inspira a hacerlo de otra forma, y si es así sería genial que compartierais foto 🙂 (Si lo hacéis en Instagram mencionadme porfis, me encantará verlo 😀 ).

Materiales necesarios

• Tapa de una caja
• Cartones del papel higiénico
• Papel para forrar la tapa de la caja (opcional, yo usé papel de regalo)
• Pinturas y pincel

Cómo hacer un lapicero para colores súper chuli como este

1. Busca una tapa de una caja que no sea muy grande. Yo utilicé una de unas botas de Antek.
2. Fórrala con un papel que te guste (yo usé el papel de regalo con el que había forrado la «estantería» provisional… que aun sigue estando de estantería, a todo esto…)
   

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3. Clasifica los colores de tu hijo para comprobar cuántos colores tiene y, por lo tanto, cuántos lapiceros va a necesitar.
4. Corta unos cartones de papel higiénico por la mitad. Mi consejo es que primero cortes uno por la mitad y compruebes, metiendo algunos lápices dentro, si van a soportar el peso y si la altura es adecuada a los colores que tienes. Si no lo es tendrás que cambiar la medida. Si tiene que ser más pequeña podrás hacer dos de cada cartón, pero si tiene que ser más alto necesitarás más cartones. Yo no tuve suficientes cuando lo hice y por eso dejé un espacio vacío en la caja-bandeja, para añadir un par de colores cuando tuviera los cartones. Luego se me olvidó añadirlos :D
5. Pintar los cartones con los colores que vas a necesitar, los que has clasificado en el punto número 3. Yo solo tenía pinturas de color rojo, amarillo, azul y verde y me costó una barbaridad alcanzar algo similar al negro, al final quedó gris, así que con la excusa metí negros y grises en él.
6. Esperar a que sequen y, una vez secos, pegarlos en la caja. Yo los pegué con celo (cinta adhesiva), se lo puse por dentro. Pensé que iban a aguantar poco y que iba a tener que volver a pegarlos a cada dos por tres y sin embargo ahí siguen 🙂

A Antek le gustó mucho, los primeros días la sacaba solo por el gusto de usar su nueva bandeja-lapicero para colores. La tenemos en su «estantería de arte», junto con las tizas para la pizarra, la plastelina y los folios.

Hubo un momento al principio en el que tuvo muchas ganas de arrancarlos todos, tuve que explicarle que si lo hacía se iba a quedar sin lapicero porque yo no estaba por la labor de hacer todo de nuevo (!)

Nos ha acompañado ya en numerosas ocasiones y en varias fotos de Instagram 😉 Aquí la tenéis en segundo plano cuando escribimos la carta a los reyes, cuando escribimos postales para la familia o cuando Antek convirtió la estantería en un camión 🙂

Lo dicho, si te animas a hacerlo o a hacer algo similar, me encantará ver el resultado final 🙂