2 años · Así lo pasamos

Nuestros conflictos en un día cualquiera

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Hace tiempo que no escribo un post para la sección Así lo pasamos. Si este es tu primer Así lo pasamos, solo decirte que en estos posts cuento lo que hago con Antek en un día cualquiera, sin mucha planificación, sin cosas extraordinarias… Una maternidad simple, imperfecta, pero -desde mi punto de vista- aceptable 😉

En este Así lo pasamos he pensado que me gustaría hacer especial hincapié en los conflictos que surgen en un día normal y cómo intento solucionarlos. Si tienes ideas diferentes de cómo solucionar algunos, porque te ha pasado y lo has hecho o porque has leído trucos en otros blogs o libros, te agradecería que los compartieras en los comentarios 🙂 Si tienes poco tiempo y no puedes leerte el post entero (que me temo que va a ser de los largos) pondré un asterisco (*) en los conflictos para que sean fáciles de visualizar 😉

No tengo recursos para todos los conflictos, muchas veces simplemente no sé qué hacer, así que tus trucos y consejos serán muy bienvenidos.

Así lo pasamos: un viernes cualquiera de febrero (2 años y medio).

Antek se despertó a las 6:40 y no sé muy bien cómo fue esto posible pero… yo seguí remoloneando en cama hasta casi las 7:20… No tengo muy claro qué pasó en ese tiempo a parte de que se levantó con Tata y de vez en cuando volvía a la habitación con sus peluches. Últimamente me está costando un montón levantarme.

* Antek quiso ir a jugar al salón antes de desayunar. Esta es una discusión de todos los días. Todos los días le recuerdo que antes de jugar tenemos que desayunar, que si él no quiere desayunar no tiene que hacerlo, pero yo sí tengo hambre y necesito empezar el día comiendo algo y tomándome mi café. Le recuerdo que después de desayunar, recogeremos la cocina, lavaremos los dientes, nos vestiremos, y entonces podremos ir al salón a jugar. No siempre acepta la rutina y yo no siempre me siento con ánimos y paciencia para explicársela otra vez. ¿Algún consejo?

En cuanto Tata se fue hice un café para mí y calenté leche para Antek y desayunamos. Últimamente no quiere desayunar, solo bebe leche. Yo creo que puede tener dolor de garganta porque tose mucho y porque normalmente cuando no come siempre acabo descubriendo que tenía mal la garganta. Además a mí también me ha dolido un poco estos días y yo siempre cojo lo que tiene él.

Recogimos la cocina, lavamos los dientes y nos vestimos. Como ayer por la noche tuvimos momento trágico porque quería leer su libro de Busca y encuentra de Buscando a Nemo y a Dori y le dije que lo veríamos hoy por la mañana, se lo propuse, pero recordándole que teníamos que ir a Fitness. Puse la alarma siguiendo el consejo de La técnica del Timer de Mi regazo y estuvimos mirando el libro hasta que sonó. (Hablé de este tipo de libros en este post).

dav

* Nos preparamos para Fitness pero él quería salir con la bici. Últimamente quiere salir siempre con la bici, da igual a dónde vayamos, le encanta. A mí en el fondo me encanta que le encante, así que enfadarme sería absurdo, después de estar unos seis meses deseando que la usara (se la regalamos en el cumple y no le hizo ni caso hasta ahora). Así que ahora que sé lo que va a pasar, tengo que preparar las rutinas de forma diferente. Empezamos a prepararnos para ir a Fitness antes de lo normal, y cuando le dije que íbamos a ir a Fitness (a donde vamos con el carro) y él me dijo que quería ir en bicicleta le dije que vale, que saldríamos a dar un paseo en bicicleta hasta que sonara la música (el Timer), que nos avisaría de que había que volver a casa, dejar la bici, coger el carro e ir al gimnasio. Antes de que sonara la alarma ya quiso volver 😉

palomas-y-bicicleta

Volvimos, dejamos la bici, cogimos el carro y fuimos a Fitness (describo brevemente cómo son las clases de Fitness en este otro post).

Al salir de Fitness fuimos a tomar algo en una cafetería con una amiga y su mamá.

* En la cafetería, por supuesto, hubo un momento en que empezó a imitar el sonido de un dragón/león/dinosaurio/loquesea y nos dimos cuenta de que había llegado el momento de marchar. Yo procuré no estresarme porque no había nadie más en la cafetería a quién pudiesen molestar, pero la dependienta por lo visto nos miró mal igual (me lo dijo mi amiga, yo estaba de espaldas). Le expliqué a Antek que podía seguir imitando al dragón fuera de la cafetería, porque dentro había gente a la que le molestaba. Sorprendentemente lo aceptó y paró.

Cuando salimos de la cafetería me pareció que ya era hora de siesta, pero como hacía sol (algo que no veíamos desde hacía casi una semana) y estábamos con su amiga, decidimos ir un ratito más a una plaza para que pudieran jugar (correr, escalar, perseguir palomas, tirar cosas a un charco…)

Después de lo que creo que fue casi media hora, nos despedimos de su amiga y su mamá para pasear en el carro a ver si quedaba dormido.

*Aquí siempre tenemos conflicto porque siempre quiere que pasemos por un sitio y yo siempre le digo que podemos pasar en otro momento, pero no en ese (si paso por ahí cuando estamos dando el paseo para que duerma se desvela y no hay siesta… y en mi opinión todavía la necesita). Este es uno de esos conflictos en los que no suelo saber cómo reaccionar y me suelo poner nerviosa… Se lo explico siempre, que no podemos ir, que si quiere ir tenemos que hacerlo antes, después de desayunar, o que podemos ir después de comer si quiere… Aunque hay días que lo entiende y lo acepta, la mayoría no, así que tengo que buscar una solución mejor. La que se me ocurre es salir de casa cuando aun no lo quiero dormir y pasar por el túnel, para satisfacer ese deseo… Pero por supuesto cuando estamos en casa y se lo propongo me dice siempre que no, lo que supone otro conflicto que hay que superar. Entonces, al final resulta que tengo que elegir entre tener un conflicto u otro 😛

Se quedó dormido y se despertó en menos de una hora por culpa de una tos muy fuerte.

* Cuando no ha descansado bien en la siesta suele despertarse de bastante mal humor y quiere que lo tenga en brazos y no lo suelte para nada. Entonces tengo que hacerlo todo con él en brazos y mediollorando «Mama… Mama…» pero sin decirme nada más, por más que le pregunte «¿Qué? ¿Dime? ¿Qué te pasa? ¿Qué quieres?» No hay manera, así que imagino que o bien ni él mismo sabe qué le pasa o bien no sabe expresarlo, con lo cual suelo intentar limitarme a tenerlo en brazos y esperar a que se le pase. A veces dura demasiado tiempo y me pongo nerviosa porque quiero terminar de hacer la comida pero me cuesta con un solo brazo… A veces también pienso que puede estar así por hambre, aunque él no lo reconoce y por lo tanto no quiere dejarme terminar de hacer la comida porque él no ve la necesidad.

Este día en concreto, antes de que despertara había puesto zanahoria y pimiento en una olla con un poco de aceite. Nos sentamos en el sofá a ver vídeos mientras se cocinaba la pasta (para las verduras). No me gusta ponerle la tele, pero a veces no duerme la siesta o la ha dormido mal y creo que necesita descansar antes de ponerse a hacer otras cosas, entonces le pongo un par de vídeos para que esté sentado y descanse un poco antes de volver a la carga. Uno de los que le puse el viernes fue este corto, que si no lo has visto tienes que verlo porque está genial. A él le gusta mucho y como no tiene diálogos suele describir qué es lo que ve y qué es lo que pasa en el corto (mencionando también las emociones de los personajes):

 

Cuando la pasta estaba lista, empezó a hacer caca, así que hubo que esperar a que terminara de hacerla para cambiarle el pañal.

* Cuando terminó de hacer caca, se empeñó en que quería jugar, por supuesto, en vez de cambiar el pañal. «¡Mamá, mira!» me dijo un montón de veces mientras yo le esperaba en la habitación y él jugaba en el salón. Volvía al salón para ver lo que me enseñaba y le decía «Mira, cuando acabes de jugar vienes a la habitación para cambiar el pañal. Yo ya voy ahora, te espero allí». Pero me volvía a llamar. Finalmente le dije que no iba a volver, que teníamos que cambiar el pañal, que volvía a la habitación y que lo iba a esperar allí.

* Cuando por fin vino a la habitación, le cambié el pañal y después quiso volver a ir a jugar. Yo le dije que yo tenía hambre y por lo tanto iba a comer, que si el quería jugar tenía que hacerlo solo en el salón. Lo aceptó, pero en un momento en que quería enseñarme algo  y le dije que no podía ir porque estaba comiendo, vino medio llorando. Sin embargo, cuando me vio comer me dijo que él también quería. Se sentó y comió un montón, mucho más de lo que estaba comiendo últimamente.

espaguetis-con-verduras-y-queso
Espaguetis con zanahoria, pimiento amarillo, guisantes, jamón y queso.

Cuando terminamos me dijo que quería salir con la bici. Le pregunté si esperamos a que llegase Tata (porque los viernes sale antes) y me dijo que sí. Al rato llegó Tata y emocionado dijo que ya podíamos salir con la bici.

bici-y-charco

Fuimos en bici él y yo y luego se nos unió Tata con el coche.  Mientras íbamos en bici, cada vez que se ponía en rojo un semáforo para los coches nosotros teníamos que pararnos también (aunque fuésemos, por supuesto, por la acera).

semaforo-en-rojo
¿Ves el semáforo? Pues a esa distancia tuvimos que parar porque estaba en rojo.

Fuimos a una tienda que tiene carritos pequeñitos para niños (carros de la compra). En esta tienda suele estar contento porque le encanta llevar él el carro y tienen esos pequeños para niños, así que entramos porque además es dónde compramos su leche vegetal. Después de esta tienda llegó Tata, dejamos la bicicleta en el coche y seguimos de compras.

* En la última tienda me dijo de repente que quería potito (Antek es un niño BLW que toma potitos desde que tenía más de un año porque se los vio a una amiga y le gustaron… así que de vez en cuando le tengo que comprar alguno). Fuimos a coger uno y me dijo que se lo quería comer. Le expliqué que no teníamos cuchara, que teníamos que esperar a llegar a casa. Por suerte lo entendió.

* En la caja se empeñó en quitar unos caramelos o unos chicles de su sitio y volver a ponerlos. Le dejé hacerlo hasta que la cola se movió y quería que siguiera avanzando. Le propuse un juego que hacíamos cuando iba en el carro, pero me dijo que no. Me puse a jugar yo sola y por suerte me dijo que él también quería. Muchas veces me doy cuenta de que para conseguir que haga algo es mejor no pedírselo, simplemente hacerlo yo y esperar a que quiera repetirlo o unirse.

* Llegamos a casa, se comió el potito y me dijo que quería más. Le dije que no teníamos más, que solo habíamos comprado uno, pero no le convencía, él estaba empeñado en que quería más. Le propuse que hiciésemos uno casero, pero me dijo que no, que él quería más como el que se acababa de tomar. Siguiendo los consejos de este post de Mi regazo, que justo había leído el día anterior, le dije que podíamos ponerlo en la lista de la compra para no olvidarnos de comprarlo al día siguiente. Lo aceptó y yo respiré aliviada.

* Fuimos a poner el pijama, lo cual es hoy en día una Odisea, se mea de la risa y se lo toma como un juego. Además, desde hace más o menos un mes, él tiene que hacer muchas cosas (quitar el pantalón, quitar el pañal, quitar los calcetines, quitar la camiseta por la cabeza…), no puedo intentar hacerlo yo para que el proceso de poner el pijama sea más rápido porque entonces se enfada (en parte normal, él quiere ser más autónomo, es algo lógico y positivo). Algunos días me ponía muy nerviosa porque veía que el tiempo pasaba y veía el reloj y veía que al final iba a acostarlo mucho más tarde de lo que estaba planeado… Ahora, para evitar estos nervios, ponemos el pijama como muy tarde una hora antes de la hora prevista de que vaya a dormir.

Luego tuvimos un momento de conflicto porque yo estaba en la habitación a oscuras y él no me encontraba. Se asustó y cuando por fin me encontró no quería separarse de mí. Le recordé que Tata lo estaba esperando para buscar a Dori y que cuando yo saliese de la ducha iríamos a leer un cuento (que trajimos esta semana de la biblioteca  y le encanta).

* Cuando salí quería jugar con la pelota a pesar de que ya era hora de leer el cuento. Le dije que podíamos jugar solo 4 minutos porque era muy tarde, que pondría la alarma (el Timer del que ya he hablado arriba) y cuando sonara la música iríamos a leer el cuento. Lo aceptó y cuando sonó no parecía muy convencido pero al final recogimos y fuimos a leer.

Después de leer, fuimos al salón y me dijo que yo tenía que marchar y se quedó bailando/cantando su canción de antes de dormir con Tata.

* Cuando me lo trajo a la habitación, entró en estado de risa, desabrochándose el pijama… No conseguí dormirlo, así que llamamos a Tata, para que lo intentase él.

Por suerte se quedó dormido, y así terminó el viernes.

¿Y tú, qué haces con tu peque en un día normal? ¿Cómo solucionas o intentas solucionar los pequeños conflictos del día a día? ¿Me das algún consejo para aquellos conflictos que yo no siempre consigo solucionar?

2 comentarios sobre “Nuestros conflictos en un día cualquiera

  1. Me alegro de que te funcione el Timer!!! Gracias por el enlace!
    A mí me parece que tienes que hacer una actividad que le relaje a él antes de dormir y que la relacione con el sueño. A tu peque leer un cuento no parece que le venga bien en ese momento… Ya nos contarás!

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    1. Bueno, dentro de lo que cabe ahora los cuentos los lleva bien, hace meses durante la lectura él saltaba en la cama, jajaja. Pero la verdad es que si bien hay partes de la rutina que podría cambiar, el cuento lo veo imposible. Ha habido días que no quería leerlo porque era muy tarde y era imposible, sin cuento no se va a dormir. Además tiene que ser conmigo, las veces que le ha leído el padre uno, luego ha acabado diciendo siempre «ahora con Mama».

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